hasta el fin de mis días
Sabía a soledad, pero también a paz, era como un gusto agrio que termina dulce. Una tormenta de verano que viene como tempestad y se va en forma de arcoíris. Era las flores en primavera y el sol en lo alto; era un beso y un cigarro; el primer trago de café, amargo; y el último adiós, aún más amargo. Pero, en realidad era mentira, ella era guerra y compañía, caminando a mi lado hasta el fin de mis días.