Angels

Cambia el juego, ten piedad, se razón. Todo corazón, nada de valor. Te digo que mis palabras son peligrosas, afiladas, precisas.

Pero ahí están ellos, cuando más sólo y vacío me siento, aparecen. Mi vida son frases sin sentido, pero me cuidan, ni cuenta me doy y siguen conmigo.

Lo dije, todo corazón. Gracias por guardarlo, mejor está en tus manos que en las mías.

Anterior
Anterior

The science of misunderstanding

Siguiente
Siguiente

el inicio de “retrato de una noche”